viernes, 12 de octubre de 2018

Vx2

Una vez alguien me dijo que cuando me desnudase de verdad el mundo vería la magia de mis palabras y tanto fue lo que me desnudé cuando se fracturó mi alma que me desbordé y capture cada mota de polvo que había en el mundo y me quedé palpitante gritando tanto en tan poco que se paró mi corazón.
"Uno no sabe lo que le van a gustar las fresas con nata hasta que las prueba".
Aún me recupero de la vida que se plantó en mi casa destrozando todo a su alrededor haciéndome sentir como víctima de un atentado. Como si todo lo que sucedió no hubiese sido otra cosa más que el terrible plan de algo que sin tener en cuenta a los testigos los arrastró.
Ha sido un tsunami emocional que me ha quitado tanto como me ha dado. Se ha llevado tanto polvo como la lluvia de otoño y al final florece porque ya pasó el invierno. Hay tantas mujeres increíbles en mi vida con corazones de acero brotando flores, que crean ríos, magia, estela y dan sentido al mundo, que me avergüenza no estar a su altura. 
Crecer es obligatorio y no se hace sentado gritando al mundo lo injusto que fue Zeus por no mecerte Musa, Cariátide, Dione. Crecer es otra cosa; es algo que duele cuando sana y ríe cuando avanza. La vida cura y eso es bonito. Rodearte de magxs que sacan de su chistera magia es sobrenatural y convence a la fe para seguir creyendo.
Ni sonreír es obligatorio ni tampoco lo es marcar tempos. La vida no impone, no juzga, sólo ofrece más oportunidades, más aprendizaje y más y más mujeres en bicicleta y atardeceres en la Toscana y cervatillos rugiendo todo aquello que se queda entre tus cuerdas vocales y tu alma.
Así que gracias a la vida que me ha dado tanto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sorvitos de esencia del ayer.