que te obliga a arroparte y te destapa el corazón.
Ha cambiado la presión y has aparecido relampagueante entre truenos y lluvia
refrescando todo el suelo por el que piso.
Has limpiado de un soplo todas las flores mustias de mi pecho
y te has hecho con la fórmula para descontrolar mi sístole-diástole.
Puede que aún no sepas, que de tu pelo salen pájaros que quieren volar
tan alto y batir sus alas tan fuerte que te elevas como si nada siendo tan mortal,
tan silencio, que a veces quién no mira con ojos de gato no ve el fuego que llevas dentro.
A fin de cuentas puede que los lunes no sean tan malos.
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Sorvitos de esencia del ayer.