Me niego, a escribirte un poema y decirte que hoy soñé mi realidad.
Que era una vieja historia al lado de ella, tan desecha y raída en tu boca que entre susurros le contaba a alguien que era risas y boca dulce y nueva.
Hoy me soñé recuerdo tuyo muy lejos de tu pecho que ya no anidaba tréboles.
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Sorvitos de esencia del ayer.